El 8 de noviembre, APRI, la Asociación de Profesionales de las Relaciones Institucionales presentó en Madrid el estudio «La visión empresarial de los public affairs en España», con el objetivo de fotografiar el lobby profesional en España y de mostrar cómo se realiza y arrojar luz sobre los siguientes pasos de esta actividad en nuestro país.
El estudio sobre el lobby en España
El estudio sobre el estado del lobby se realizó a través de la encuesta de 50 directivos de grandes empresas y de 21 profesionales de asociaciones empresariales sectoriales. La razón de la presencia de las asociaciones empresariales es que estas suelen ser portavoces de las voluntades y necesidades de las corporaciones para la generación de un entorno legislativo y ejecutivo fértil para la generación de negocio.
Las tareas de public affairs o lobby se han mostrado cada vez en el organigrama de corporaciones y plan de trabajo de las patronales. En España, el objetivo del lobby consiste en mejorar el entorno de legislación para favorecer la generación de negocio por parte de las compañías. Tanto patronales como corporaciones coinciden en que los factores críticos para su aceptación de esta actividad son la transparencia, la regulación y el registro.
En España el lobby se realiza por grandes empresas, patronales, despachos especializados y ONG’s. Las agencias de comunicación comienzan a realizar este tipo de actividades, pero en una segunda linea con consultoras y sindicatos. El actor que se queda en último lugar en la ejecución de lobby son las pymes españolas. No obstante, quien más gasta en la ejecución de estas actividades son las asociaciones sectoriales: Más de la mitad de las patronales encuestadas dedican más de un 10% de su presupuesto anual a desarrollar tareas de lobby.
La utilidad de los #publicaffairs es, primordialmente, influir en regulación sectorial y mejorar entorno para negocio #estudioLobbies2016 pic.twitter.com/HeDSpjimdn
— Roi Villar V – RV2 (@erreuvedos) 8 de noviembre de 2016
Los departamentos dedicados al lobby en las grandes empresas tienen una nomenclatura diversa: desde relaciones externas, pasando por asuntos institucionales hasta asuntos corporativos. En estos departamento trabajan profesionales con más de 10 años de experiencia y cuyos conocimientos más valoradas son aquellos sobre los procesos de toma de decisiones, conocimientos socio-políticos o sobre la legislación vigente. Pese a todo las patronales, que son más intensivas en actividad de lobby valoran los idiomas y los conocimientos de comunicación corporativa.
Metodología del estudio
La metodología fue sorprendentemente sencilla para la extracción de las conclusiones de este informe sobre el lobby. Se utilizó una encuesta a través de formulario, y posterior análisis en el sencillo programa SPSS de IBM. El cuestionario tuvo 4 ámbitos de estudio: Perfil profesional, nivel de conocimiento de Public Affairs necesario para ejercer, experiencia del profesiona y por último, percepción de la sociedad sobre los Public Affairs o Influencia.
Debate sobre el estado y futuro del lobby en España
Posteriormente, se analizaron las consecuencias del estudio en una mesa compuesta exclusivamente por hombres. Si bien el estudio ya apuntaba la necesidad de transparencia, regulación y registro para su aceptación pública, Balmisa remarcó que estos elementos aportan tranquilidad a los profesionales a la hora de realizar sus actividades.
Actualmente los argumentos corporativos consiguen convencer a través del uso de diferentes canales para alcanzar la difusión adecuada. Joaquín Mollinedo, ACCIONA.
El secretario general de la FEHR, Emilio Gallego, defendió la tarea de las patronales de generar consensos sectoriales en términos técnicos y económicos y su capacidad de trasladarlos a las instituciones gubernamentales: abrir debates, sintetizar los consensos, e implementar la estrategia de comunicación.
Comunicación y lobby, compañeros inseparables
Sobre la comunicación del lobby coincidió también García Sanchez, de Amadeus IT: es necesario abandonar la palabra lobby y comenzar a comunicar para normalizar la actividad. No obstante, fue Mollinedo el que abrió el melón sobre la frontera con la comunicación. Mollinedo explicó la necesidad de integrar las herramientas de comunicación en los objetivos y argumentos de los public affairs: Actualmente los argumentos corporativos consiguen convencer a través del uso de diferentes canales para alcanzar la difusión adecuada.
Garcia Sanchez no se limitaba a aumentar el número de canales necesarios, si no a la introducción de una variedad de jugadores en el terreno de la influencia que obligaba a diversificar la estrategia incluyendo en esta a asociaciones, plataformas ciudadanas, comisiones…
«El cambio de aritmetica parlamentaria introduce más competencia entre decisores y apertura al dialogo» Mollinedo #estudiolobbies2016 #in
— Roi Villar V – RV2 (@erreuvedos) 8 de noviembre de 2016
Si bien el lobby o los institutional affairs habían sido una actividad oscura o poco explicada, la transformación digital se ha llevado esos arquetipos por delante. La voluntad de APRI de arrojar luz y transparencia sobre el ejercicio de la influencia pone de manifiesto que cada vez es más necesario desarrollar esta actividad de manera global y muy coordinada con otros entes de la empresa dedicados a comunicar sus valores corporativos, actividades e intereses. Esto nos facilitará alinear al resto de agentes sectoriales para, a través de la unión, conseguir la fuerza necesaria para progresar en nuestro entorno.
Puedes ver el estudio completo aqui:
¿Estás de acuerdo con las conclusiones del estudio? ¿Crees que la transformación digital ha cambiado la manera de hacer lobby? Déjame tu opinión en comentarios y comparte!
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