¿Qué consecuencias tiene investigar engañando? ¿Podemos dudar del resto de estudios que llegan a nuestras manos? ¿Cómo nos aseguramos de que somos justos ante un presunto fraude científico?
Esta semana conocíamos la triste noticia del despido de una científica del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) ante sospechas de la falsificación de datos a través de una noticia de Manuel Ansede en Materia.
El presunto fraude cientifico se descubrió en pubpeer, una web donde los científicos pueden criticar de manera anónima el trabajo de otros. Conociendo la competitividad del mercado de trabajo en la ciencia, es comprensible que muchas de estas críticas (o incluso acusaciones) rezumen envidia o acusaciones con el objetivo de tumbar las carreras de posibles competidores, por lo que estas críticas no suelen transcender.
Pero en este caso, y pese a la negativa de Susana González de haber manipulado ningún dato, la dirección del CNIC no ha dudado en rescindir todo contrato con ella. Y es que la credibilidad e integridad profesional es la base del trabajo de los investigadores. En palabras de Lluis Montoliu: Si engañamos ya no hay vuelta a atras. No existe remedio. Podras ser lo que quieras el resto de tu vida, pero ya nunca mas cientifico. Los atajos se pagan muy caros en esta profesion.
Este no sería el primer caso de fraude científico, pero afortunadamente, el sistema de I+D cuentan con los sistemas de control apropiados que desenmascaran a estos científicos que anteponen sus intereses a la verdad científica. Entre los ejemplos encontramos a Seralini, que manipuló los datos para intentar demostrar que el maíz transgénico aumentaba las posibilidades de contraer cáncer o a la investigadora Haruko Obokata en sus estudios con las células madre embrionarias.
Las críticas anónimas no parecen las más adecuadas para acusar de falta de profesionalidad, existiendo portales de discusión como PubMed Commons, del NCBI. De hecho parece excesivo despedir a un profesional sin más pruebas que una acusación anónima, por muy evidentes que sean las pruebas. Debido a los conflictos de intereses que pueden aparecer bajo el anonimato, peerpub dista mucho de ser un juicio justo. Los trabajos de investigacicón acostumbran a realizarse en equipo y será difícil identificar al responsable. En este tipo de casos, se suelen abrir procesos de investigación con estudios de reproducibilidad donde los autores del estudio tienen la oportunidad de explicarse. De considerarse el estudio manipulado, estos procesos culminan en una retractación en el la revista donde fue publicado, lo que justificaría el despido del responsable.
Si engañamos ya no hay vuelta a atras. No existe remedio. Podras ser lo que quieras el resto de tu vida, pero ya nunca mas cientifico. Los atajos se pagan muy caros en esta profesion. Lluis Montoliu
Desde hace unos años, comienzan a publicarse noticias «negras» sobre nuestro sistema de I+D. No veamos esto como una crítica del gremio periodístico. Es una labor encomiable la que hacen señalando las manzanas podridas de nuestro árbol, y desde luego han señalado varias veces las manzanas más lustrosas. Aprovechemos esta oportunidad, actuemos de manera cabal para aportar credibilidad al sistema, demostrando que el peer-review y controles posteriores detectan posibles fraudes científicos y aseguran la validez de todo el conocimiento que hemos generado desde Galileo.
¿Qué opinas de esto? ¿Ha hecho bien el CNIC despidiendo a Susana González? ¿Crees que este tipo de noticias aporta más transparencia a nuestro sistema de I+D?
Ángela Bernardo, apunta: » No es la primera sospecha de fraude (En españa), que de hecho fue confirmada«
¿Todavía quedan científicos en España?
Quedan, quedan! Yo conozco a muchos!
El peer review no sirve para detectar fraude deliberado, solo para confirmar la novedad y la solidez cientifica, asumiendo buena fe.
La verdad es que em convences. Asumo por tu nick de un gran filósofo, que algún libro suyo te habrás leído 🙂